Restauración de las imágenes de Virgen de Los Dolores y San Antonio de Padova de la ermita de Pradico, dañadas en 1967.

El alcalde entregó estas dos dimensiones devocionales de gran valor sentimental y patrimonial que él procesa en la peregrinación tradicional de Pradico y que sufrieron graves daños hace seis décadas, como resultado del colapso del techo en el que estaban

Debido a la actividad de los restauradores, era posible no solo recuperar su estética, sino también reintegrar los volúmenes y policromados perdidos, siguiendo los criterios de reversibilidad y respeto por los modelos originales

Fulgencio Gil, primaria: «Entendemos que nuestro patrimonio cultural es una de nuestra mayor riqueza. Debido a estas restauraciones, hacemos que Lorca sea una referencia en el arte sagrado y el valor de nuestras tradiciones populares».

13 de junio de 2025. El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil Jódar, entregó el viernes sobre las imágenes restauradas de Virgen de Los Dolores y San Antonio de Padua, los Majordomas de Hermitage del Pradico, dos dimensiones devocionales del gran sentimiento y el valor de la herencia en 1967, en 1967.

Las obras de recuperación de ambas imágenes, que sufrieron daños graves hace casi seis décadas como resultado del techo del boceto en el que estaban, fueron ejecutados por el Taller de Restauración Municipal, bajo el Departamento de Desarrollo Local, bajo el liderazgo del restaurador, escultor y profesor Antonio García Rico. Estas intervenciones le han permitido recuperar el aspecto inicial de estas dos piezas de gran valor simbólico para los vecinos de la parrilla y también para todos los habitantes que participan en esta peregrinación.

Durante la ceremonia, Fulgencio Gil enfatizó la importancia de esta intervención como un nuevo ejemplo del compromiso del gobierno de Lorca con la conservación del patrimonio. «Lorca es una ciudad con una herencia sagrada excepcional, y su conservación es una prioridad absoluta para nosotros. Del Gobierno de Lorca continuamos a la restauración y protección de la herencia de Lorquino, porque sin importar que nuestro legado cultural sea una de nuestra gran riqueza. Esto, tenemos que Lorca a referencia en el arte sagrado y en el valor de nuestras tradiciones más populares».

Ambas imágenes, fechadas en 1940, pertenecientes al estilo neo -baroque y hechas en la arpillera reunida, el petróleo policromado y las técnicas divertidas, se adquirieron después de la Guerra Civil para reemplazar a los destruidos. Vienen de los talleres de imágenes de «arte cristiano» en Olot (Girona) y se les pagó con donaciones recopiladas entre vecinos a la parrilla y distritos cercanos. Virgen de Los Dolores, que tiene medidas de 130x47x40 centímetros, y San Antonio Abad, 102x36x32 centímetros, fueron severamente dañados en el colapso de 1967, lo que llevó a su reemplazo con imágenes más pequeñas, que actualmente se ven en Hermitaj.

Desde entonces, estas dimensiones originales se han mantenido en una residencia de la misma ermita, lo que significaba que el paso del tiempo agravará su deterioro. Virgen de Los Dolores perdió la cabeza y sufrió aplastado en torso y áreas perforadas o perdidas, mientras que San Antonio aplastó, fractura en la cabeza, perdiendo la mano derecha y el daño traído al niño Jesús, que carecía de la pierna y el brazo izquierdo.

Junto con esto, también hay múltiples deformaciones estructurales y grietas en las dos imágenes, tanto con estabilidad, suciedad, excrementos de aves, degradación policromada y ataques de xilófagos en las bases de madera. Debe mencionarse que los daños graves sufrieron, y especialmente las deformaciones, están justificados por los materiales utilizados en su ejecución, especialmente la técnica de entretenimiento que consiste en realizar los volúmenes de escultura con tela o entrada, dejándolo vacío, que es mucho más frágil que la madera maciza.

Debido a la actividad exhaustiva del equipo del taller municipal, era posible no solo recuperar su estética, sino también reintegrar los volúmenes y policromados perdidos, siguiendo los criterios de reversibilidad y el respeto por los modelos originales. El proceso incluyó la limpieza, la estabilización estructural, el modelado de los elementos faltantes y la reconstrucción de volúmenes con técnicas originales (vaciado con arpa y colas orgánicas), reintegrando el petróleo y el templo del aceite en telas, así como la restauración de la corona original y la protección final con barnices.

El alcalde Lorca quería destacar y agradecer a los trabajos de los cuales se desarrolla el taller de restauración municipal, enfatizando que «Lorca es afortunada de tener restauradores extraordinarios, que no solo restauran las obras dañadas, sino que también evita que el tiempo y las condiciones ambientales hagan una mella en nuestra herencia. Devoción popular y la mayoría de las tradiciones más no reconocidas en el pradic en pradic.

Y recordó que, en el último año, el taller también intervino en piezas de varios fraternistas de Lorquinas, como la corona de Jesús resucitó y un estandarte de verano, los candelabros de la primera Virgen de Los Dolores del Paso Azul, así como de Cristo de Mercy y Cristo del misterio del Púrpelo.



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