La Red de seguimiento de praderas de posidonia en la Región de Murcia cumple 20 años de existencia, gracias a la colaboración de más de 1.000 buceadores voluntarios. Este programa, desarrollado por la Comunidad Autónoma en conjunto con el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), ha permitido mantener una evaluación estable de las praderas de posidonia oceánica, con áreas en buen estado de conservación.
Desde sus inicios, hace dos décadas, esta iniciativa ha contado con el apoyo del Gobierno regional a través del Fondo Europeo Marítimo, Pesca y Acuicultura (FEMPA), generando series temporales de datos de gran valor científico. Estos datos han permitido conocer la evolución y tendencias a largo plazo de este hábitat marino, así como los factores que lo determinan, incluyendo los impactos locales y globales de la actividad humana.
Además de su labor científica, la campaña incluye actividades de educación ambiental y voluntariado, con el objetivo de concienciar sobre la importancia ecológica de estos bosques submarinos. El director general de Producción Agrícola, Ganadera y Pesquera, Juan Pedro Vera, ha destacado la importancia de este programa pionero, que proporciona datos cruciales sobre el estado de las praderas de posidonia en la Región.
Durante estos 20 años, se han realizado inmersiones de seguimiento en enclaves estratégicos del litoral de la Región, como Águilas, la bahía de Mazarrón, Cabo Tiñoso, Cabo de Palos e Isla Grosa. Los resultados obtenidos indican que, en general, las praderas de posidonia oceánica en las costas de la Región se mantienen en una evolución estable, con áreas extensas en buen estado de conservación. Sin embargo, aún existen zonas deterioradas por la presión humana y señales de estrés relacionadas con el cambio climático.
Como medida de protección de los fondos marinos, se ha recomendado la instalación de fondeos ecológicos en Cala Cerrada, en Mazarrón, para evitar el uso de anclas que puedan perjudicar la pradera de posidonia. El Gobierno regional agradece la participación de los centros de buceo, buceadores voluntarios y entidades científicas en este proyecto, que se espera pueda continuar en los próximos años, aportando valiosa información para la conservación de estos ecosistemas marinos.
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