El Mar Menor está experimentando una estabilidad en sus principales parámetros ambientales durante la segunda mitad de agosto, según el informe de seguimiento científico más reciente de la Comunidad. Después de la intensa ola de calor a principios de julio, la laguna ha mostrado signos de recuperación, lo que es especialmente significativo dado que se trata de un ecosistema frágil.
Los datos recopilados por técnicos y científicos que monitorean constantemente el estado del Mar Menor indican que indicadores como el oxígeno, la transparencia y la salinidad están evolucionando de manera favorable. La temperatura media del agua ha subido ligeramente pero se mantiene por debajo de los 30 grados, lo que se considera normal para esta época del año.
El nivel de oxígeno se encuentra en cifras óptimas, con 6,63 miligramos por litro, un aumento del 9,8% con respecto a finales de julio, lo que sugiere una capacidad de recuperación positiva frente a situaciones de estrés térmico. La transparencia del agua ha mejorado notablemente, alcanzando los 3,57 metros de visibilidad, lo que contribuye a un mejor estado general de la laguna.
A pesar de episodios de viento fuerte que han afectado la suspensión de partículas en el agua, la salinidad ha experimentado un aumento continuado en las últimas semanas, situándose en niveles altos. En cuanto a la clorofila, los valores se han estabilizado dentro de la normalidad para estas fechas, tras un incremento puntual a principios de julio.
En resumen, el Mar Menor se mantiene estable en medio de un contexto climático complejo y episodios meteorológicos extremos cada vez más frecuentes. El balance hasta el momento es positivo, pero se destaca la importancia de seguir prestando atención continua y aplicar medidas de protección y gestión para preservar este ecosistema frágil.
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