Por Redaccion 
En los viveros municipales de Torrecilla, se ha llevado a cabo un importante proceso de producción de poinsettias, también conocidas como flor de pascua, para la próxima temporada navideña. Con un total de 6.100 plantas de tres variedades diferentes (rojo, blanco o dorado y rosa), se espera decorar parques, jardines y espacios públicos de la ciudad de Lorca con estos coloridos ejemplares.
El intenso calor registrado durante los meses previos ha ralentizado el crecimiento de las poinsettias, que ahora esperan ansiosamente la llegada del frío para adquirir su característico color rojo. El alcalde de Parques y Jardines, Antonio David Sánchez Alcaraz, destacó la importancia de la producción en viveros municipales no solo por el ahorro económico que representa, sino también por la posibilidad de enviar un mayor número de plantas a las personas mayores en residencias durante la Navidad.
Además de embellecer espacios públicos, una parte de las poinsettias se destinará a decorar las habitaciones de los mayores en residencias municipales, como muestra de cariño y cercanía en estas fechas especiales. Asimismo, algunas plantas rescatadas de años anteriores serán utilizadas como pequeños árboles, añadiendo un toque de color y vida a parques y jardines.
Los viveros municipales no solo representan un ahorro económico significativo, sino que también permiten la renovación constante de espacios verdes a lo largo del año. La producción de poinsettias es una parte fundamental de esta economía, con un ahorro estimado de unos 25.000 euros anuales, aunque este valor puede variar según las condiciones del mercado.
La historia detrás de la flor de pascua es fascinante, con un día especial dedicado a ella el 12 de diciembre, en honor al botánico Joel Roberts Ponsett. Desde su introducción en Estados Unidos en el siglo XIX, esta planta ha conquistado corazones en todo el mundo, con su color rojo simbolizando la sangre de Cristo y su forma estrellada evocando la Estrella de Belén.
En definitiva, las poinsettias no solo son un adorno navideño, sino una tradición arraigada en la historia y la cultura, que cada año ilumina los rincones de Lorca con su belleza y simbolismo.
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