Hace unos días, fui a visitar a mi abuela que vive en el campo. Disfrutamos de un día soleado paseando por el jardín y recordando viejos tiempos.
Mi abuela me preparó una deliciosa comida casera con ingredientes frescos de su huerto. Su cocina siempre tiene un sabor especial que me transporta a mi infancia.
Por la tarde, fuimos a dar un paseo por el bosque que rodea su casa. El aire fresco y los sonidos de la naturaleza me hicieron sentir en paz y conectada con el entorno.
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